miércoles, 10 de julio de 2019

REPORTE ANUAL BASILEA 2019: BIG TECHS Y SERVICIOS FINANCIEROS


BIS emite este año, 2019 en su reporte económico, una sección titulada Big Tech in Finace: opportunities and risks dedicada a la entrada de las grandes compañías de tecnología (“big techs”) a los servicios financieros (definida como una modalidad especial de las Fintech)

En el se analiza como la incorporación a la oferta de servicios financieros de Alibaba, Amazon, Facebook, Google y Tencent entre otros, proveyendo servicios de sistemas de pagos, money market, productos de seguros, préstamos y administración de remesas promete ganancias de eficiencia y mejora en la inclusión financiera.

Se destaca que para que estas grandes firmas ofrezcan servicios financieros se fundamentan en su base tecnológica que permite el manejo de gran cantidad de data y redes de información (traducción libre):

“El modelo de negocio de estas "Big Tech” se basa en permitir interacciones directas entre un gran número de usuarios. Un subproducto esencial de su negocio es la gran cantidad de datos de usuario que se utilizan como entrada para ofrecer una gama de servicios que aprovechan los efectos naturales de la red, generando una mayor actividad del usuario”

El apalancamiento tecnológico de las “Big Techs” puede reducir las barreras para la provisión de servicios financieros al reducir la información y los costos de transacción, y así mejorar la inclusión financiera. Sin embargo, estas ganancias varían según el servicio financiero y podrían conllevar nuevos riesgos y fallas del mercado.

En este sentido, el capítulo destaca que al igual que para las instituciones financieras tradicionales, que están sometidas a la regulación financiera con el objetivo de garantizar la solvencia de estas, la solidez del sistema financiero en su conjunto y protección a los usuarios de estos servicios, la actividad de las “Big Techs” cae directamente dentro del alcance de la regulación financiera tradicional y deben aplicarse los mismos principios. En este particular indican (traducción libre):

“El objetivo es cerrar las brechas regulatorias entre las “Big Techs” y las instituciones financieras reguladas para limitar el alcance del arbitraje regulatorio a través de actividades bancarias a la sombra. En consecuencia, los reguladores han extendido las regulaciones bancarias existentes a las “Big Techs”. Los ejemplos incluyen la extensión de las reglas de conocer a su cliente (KYC), diseñadas para prevenir el lavado de dinero y otros delitos financieros, a las operaciones de las “Big Techs” en pagos. 
El principio básico es "la misma actividad, la misma regulación". Si las “Big Techs” participan en actividades que son efectivamente idénticas a las que realizan los bancos, entonces dichas actividades deben estar sujetas a las reglas bancarias.
Además de las reglas existentes que se extienden a las “Big Techs”, es posible que se justifiquen nuevas reglas en aquellos casos en que estas hayan forzado cambios estructurales que los llevan fuera del alcance de la regulación financiera existente”

Entre los retos a la regulación en las Big Techs, destacan los nuevos y complejos equilibrios entre la estabilidad financiera, la competencia y la protección de datos.


REF: BIS Annual Economic Report 2019. https://www.bis.org/publ/arpdf/ar2019e3.htm


martes, 25 de junio de 2019

LAS EMPRESAS FRANQUICIANTES Y LA GESTIÓN DEL RIESGO




Las franquicias como una de las opciones estratégicas de crecimiento de las empresas con modelos de negocios probados, se inicia con una red formada por él mismo y sus franquiciados individuales, en la que el franquiciante es la casa matriz que se convierte en un tutor permanente de la red. La empresa que otorga las franquicias, en general, debe aportar al franquiciado una serie de elementos, entre otros: el derecho a uso de la marca, el manual conteniendo el know how del negocio, entrenamiento, políticas de homogeneidad de la marca, soporte en las campañas de marketing, etc.

La empresa franquiciante no se diferencia de cualquier otra empresa, al estar influenciada por la incertidumbre del entorno, pero al asumirse como tal y crear las condiciones para ser exitosa, es clave que haya desarrollado y suministre a sus franquiciados de los sistemas de gestión y control que garantice el oportuno y adecuado sistema de información sobre la sana operación de la red y le permita controlar, planificar, organizar y dirigir la evolución de la misma, con el fin de lograr una eficaz productividad.

Algunos de los sistemas de gestión y control básicos, se mencionan: el plan estratégico, sistema de gestión de costos y presupuestos, sistemas de control de la calidad, gestión de ubicaciones de puntos comerciales, gestión de captación de franquiciados, etc.

Ahora bien  una empresa franquiciante necesita tener unas características diferenciales a las de otro tipo de negocio que se expande bajo las fórmulas tradicionales,  y por ello se manifiestan algunos factores específicos de riesgo, que sin ser todos, podemos mencionar: a) capacidad de influir en el comportamiento empresarial de los franquiciados, b) cesión del know how a los franquiciados, que en el caso de no existir confidencialidad y regímenes legales de protección de propiedad intelectual idóneos puede originar problemas, c) las desventajas derivadas del control local, que han de ejercerse sobre cada franquiciado, d) gran riesgo de competencia desleal, e) posible pérdida de contacto directo con el mercado y de información sobre el mismo, f) eventual resistencia del franquiciado a seguir las políticas y normas del franquiciante, g) problemas a la hora de implantar cambios estratégicos en el negocio, h) riesgo reputacional ante cualquier desvío de las políticas establecidas por parte de los franquiciados.

Tomar en consideración estos y otros factores, fundamentan la necesidad de incorporar sistemas de gestión de riesgo en los procesos asumidos como empresa franquiciante a fin de proactivamente actuar sobre aquellos elementos que puedan poner en dificultad los objetivos definidos por esta.

Referencias:
Pilar Soldevila García Profesora de la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona)/Magdalena Cordobés Madueño Profesora de la universidad ETEA (Córdoba). EL CONTROL DE GESTIÓN EN LAS EMPRESAS FRANQUICIADORAS.


miércoles, 22 de mayo de 2019

La Norma ISO 37001:2016, herramienta para la gestión anti soborno




La corrupción está extendida a nivel global y se diría que forma parte de la cultura o ADN de muchos sistemas económicos, especialmente en los países de menor competitividad y desarrollo. La raíz de la corrupción son las personas, sean pertenecientes a una organización privada o pública con fines o sin fines de lucro y lamentablemente no hay garantías de erradicarla de un todo, sin embargo lo importante es que haya mecanismos que permitan alcanzar un máximo de transparencia, integridad y honorabilidad que vaya rompiendo la cadena de corrupción.

El soborno como una de las expresiones que existen del fenómeno de la corrupción plantea serias preocupaciones sociales, morales, económicas y políticas, socava el buen gobierno, obstaculiza el desarrollo y distorsiona la competencia. Por lo tanto, las organizaciones tienen la responsabilidad de contribuir proactivamente en la lucha contra el soborno.

Aunque se han promovido acuerdos internacionales y desarrollada legislación en los países, la ley por sí sola no es suficiente para resolver este problema. Esto puede lograrse a través de la adaptación en la organización de un sistema de gestión antisoborno. La Norma ISO 37001:2016 Sistema De Gestión anti soborno- Requerimientos con guías para su uso, fue desarrollada para proporcionar a través del compromiso del liderazgo, el establecimiento de una cultura de integridad, transparencia, honestidad y cumplimiento.

Esta Norma es certificacable, por lo cual detalla una serie de requisitos y lineamientos para el buen desempeño de la organización en su gestión antisoborno. Es aplicable a organizaciones pequeñas, medianas y grandes en todos los sectores, incluidos el sector público, privado y sin fines de lucro.

En la región latinoamericana Perú ha sido el primer país en adoptar la certificación de empresas con  esta norma.

La naturaleza de la cultura de una organización es crítica para el éxito o el fracaso de un sistema de gestión antisoborno y en términos generales en toda gestión de riesgo. La norma por sí sola no garantiza que el soborno no haya ocurrido o no ocurrirá  en la organización, ya que no es posible eliminar totalmente el riesgo de soborno, sin embargo, este documento puede ayudar a la organización a implementar medidas razonables y proporcionales para prevenir, detectar y enfrentar este flagelo.

REFERENCIA: Norma técnica peruana NTP-ISO37001:2017

jueves, 2 de mayo de 2019

EL SISTEMA DE GESTIÓN DE LA CALIDAD Y EL PENSAMIENTO BASADO EN RIESGO


Tomando en cuenta que el riesgo es todo aquello que puede afectar el logro de los objetivos, en este particular la norma ISO 9001:2015 enfoca en forma explícita la aplicación de la gerencia del riesgo dentro del sistema de gestión de la calidad, incorporando al contenido acciones y visiones que involucra desarrollar el pensamiento basado en riesgo dentro del sistema.


¿Qué es el pensamiento basado en riesgo en el sistema de gestión de la calidad?

Es justamente toda aquello que pueda ir contra el logro de los objetivos del sistema de gestión de la calidad, que en términos resumidos son:

· Proporcionar regularmente productos y servicios que satisfagan los requisitos del cliente, los legales y reglamentarios aplicables.
·   Aumentar la satisfacción del cliente a través de la aplicación eficaz del sistema

Por lo tanto, todo aquello que provoque incertidumbre en el logro de estos objetivos se denomina riesgo. Uno de los propósitos de los sistemas de gestión de calidad es que está enmarcado como una actividad preventiva y esta se materializa y se caracteriza de forma más transparente y clara mediante el uso del pensamiento basado en riesgo al formular requisitos del sistema de gestión de la calidad.


Los requisitos de la ISO 9001:2015 y el riesgo

El pensamiento basado en riesgo se integra en la norma desde los requisitos del capítulo 4, donde la organización debe comprender el contexto externo e interno para determinar los factores que influyen en el propósito, objetivos y sostenibilidad de la organización (los valores, la cultura, los aspectos regulatorios, etc.).

En el capítulo 6, requisito  6.1 la organización debe tomar acciones para abordar riesgos y oportunidades,  es quizás la parte más destacada de la incorporación del pensamiento de riesgo en el sistema de gestión de la calidad,  donde se  deben determinar los riesgos y oportunidades con el fin de asegurar que el sistema de gestión de la calidad pueda lograr los objetivos previsto, de esta manera deberá planificar las acciones para abordar estos riesgos y oportunidades (tratamiento del riesgo y controles)

El capítulo 8- Operaciones el requisito 8.3 relacionado a diseño y desarrollo, establece que en el proceso deben considerarse las consecuencias potenciales de fracaso y el impacto potencial de los procesos proporcionados externamente, productos y servicios (impacto-severidad si ocurre el evento de riesgo).

En la sección 9 se establece el criterio del monitoreo de la gestión verificando la eficacia de las medidas adoptadas para hacer frente a los riesgos y oportunidades.

Finalmente, en la sección 10 la organización debe implementar las acciones de mejora y/o actualización en la identificación de los riesgos y oportunidades.

Como se podrá notar todo lo anterior es una integración en el sistema de gestión de la calidad al modelo de procesos de la gestión de riesgo desarrollado en la norma ISO3100:2018, donde se involucran las etapas de análisis del contexto, identificación, análisis de riesgo, evaluación de riesgo, tratamiento del riesgo (acciones y controles), monitoreo y revisión.

La norma no sugiere usar algún modelo en específico o proceso documentado de la gestión de riesgo en el desarrollo del proceso de gestión de la calidad, sin embargo, las organizaciones pueden decidir si implementar un modelo de gestión de riesgo más amplio, por ejemplo mediante la aplicación de la familia de Normas ISO31000.

Ref: Norma ISO 9001:2015 e ISO 31000:2018

miércoles, 3 de abril de 2019

LA TOLERANCIA AL RIESGO


En un post de este blog se definió el apetito de riesgo como “la cantidad de riesgo que una organización está dispuesta a aceptar para alcanzar sus objetivos estratégicos y organizacionales”. Es decir, son los límites establecidos por la organización sobre cuanto riesgo está dispuesto a aceptar y que define un curso de acción sobre los objetivos que quisiera alcanzar.  Vinculado a ello y reconociendo el carácter dinámico del ambiente o entorno de riesgo en que se desenvuelve, los aspectos regulatorios etc.  se define otro tipo de límite denominado TOLERANCIA AL RIESGO, que establece los niveles de variación aceptables en el desempeño de los objetivos.

Un ejemplo de estos dos conceptos:

APETITO DE RIESGO: La empresa no aceptará riesgos que impliquen una disminución significativa en su base de ingresos por ventas.

TOLERANCIA AL RIESGO: La empresa no aceptará el riesgo de disminución de sus ingresos provenientes de sus clientes de cuentas mayores más allá de un 5%.

Operar dentro de las tolerancias de riesgo proporciona a la administración una mayor seguridad de que la compañía permanece dentro de su apetito de riesgo, lo que, a su vez proporciona un mayor grado de comodidad para que la compañía logre sus objetivos estratégicos.

Referencia:  E-book, LogicManager. 5 Characteristics of the Best ERM Programs


lunes, 18 de marzo de 2019

EL LIDERAZGO Y EL COMPROMISO EN LA GESTIÓN DE RIESGO


Establecidos los principios en que se enfoca la norma ISO 31000:2018, el marco de referencia para la gestión del riesgo se centra en el liderazgo y compromiso que la Alta Dirección demostrará al definir los procesos que habilitarán a la gerencia de riesgo a actuar dentro de la organización.

Resulta un elemento crítico y fundamental para el éxito de la gerencia de riesgo, toda vez que este compromiso y liderazgo es el que ayudará a integrar la gestión del riesgo en la toma de decisiones de la organización, eliminando los silos o barreras entre los diferentes sistemas de gestión o funciones organizacionales.

El marco de referencia para ello comprende los siguientes componentes:



Integración: La gestión del riesgo debería ser una parte de, y no estar separada del propósito, la gobernanza, el liderazgo y compromiso, la estrategia, los objetivos y las operaciones de la organización.

Diseño: conforma todo el andamiaje o estructura en que se concebirá la gerencia de riesgo en la organización, abordando la comprensión del contexto interno y externo, la definición y declaración de políticas, la asignación de roles y recursos, así como los mecanismos de comunicación y consulta con las partes interesadas para apoyar el enfoque aprobado del marco de referencia y que representa uno de los cambios fundamentales en la versión 2018.

Implementación: el desarrollo del plan de implementación del diseño aprobado con el compromiso y toma de conciencia de las partes interesadas.

Valoración: Dado el principio del carácter dinámico de la gestión del riesgo, se debe medir el desempeño que haya tenido el marco de referencia de manera de evaluar si resulta idóneo al logro de los objetivos planteados por la organización.

Mejora continua: realizar el seguimiento continuo y adaptar el marco de referencia de la gestión del riesgo en función de los cambios externos e internos.

REFERENCIAS:

UNE: Norma española UNE-ISO31000. Marzo 2018


martes, 26 de febrero de 2019

EL FRAUDE TOCARÁ TU PUERTA


Price Waterhouse (PWC) realizó la “Encuesta sobre el fraude y la delincuencia económica mundial de PwC 2018” sobre el manejo del riesgo de fraude y diferentes delitos económicos en las empresas. Los resultados fueron publicados a finales del 2018 y tuvo un alcance de 7200 encuestados en 123 territorios diferentes en el planeta. La última encuesta se realizó en el año 2016. El trabajo arrojó unos resultados interesantes e inquietantes a la vez sobre el manejo de estos tipos de riesgos para lo cual destaco algunos de sus resultados y análisis:

1.  La Encuesta muestra que, si bien existe una creciente conciencia de los peligros de la delincuencia económica, muy pocas empresas están plenamente claras de los riesgos individuales que enfrentan.

2.   La tasa de fraudes o delitos económicos ha crecido en todos los continentes, destacándose Latinoamérica con la mayor tasa de crecimiento desde la última encuesta del 2016, incrementándose del 28% al 53%

3.   Se revela un aumento significativo en la proporción de delitos económicos cometidos por actores internos (de 46% en 2016 a 52% en 2018) y un aumento dramático en la proporción de esos delitos atribuidos a la alta gerencia (de 16% en 2016 a 24 % en 2018). De hecho, los actores internos eran un tercio más propensos que los actores externos a ser los perpetradores de los fraudes más perturbadores.

4.   La ciberdelincuencia tuvo más del doble de probabilidades que cualquier otro fraude de ser identificado como el crimen económico más grave y perturbador que se espera que afecte a las organizaciones en los próximos dos años (el 26% de los encuestados dijo que esperaba un ataque cibernético en los próximos dos años y eso sería el más perturbador; el 12% dijo que esperaba que el soborno y la corrupción fueran más perturbadores, mientras que el 11% dijo lo mismo sobre la apropiación indebida de activos).


5.    Las empresas que dicen enfrentar el fraude, no están viendo la película completa ya que hay puntos ciegos que se pasan por alto.


6.   Uno de los puntos ciegos de fraude más grandes en la empresa, y sus mayores amenazas, a menudo no tiene que ver con sus empleados, sino con las personas con las que hace negocios o terceros: agentes, proveedores, proveedores de servicios compartidos y clientes. En otras palabras, las personas y organizaciones con las que se espera un cierto grado de confianza mutua, pero que en realidad pueden estar robando a la empresa.

7.  El fraude al consumidor e inapropiada conducta empresarial, son los dos fraudes de tipo interno que más han crecido en importancia, hasta el punto de que la encuesta de este año los está midiendo como amenazas separadas por primera vez. El riesgo de “conducta" definida como las acciones que los empleados pongan en peligro la entrega de resultados justos para los clientes o la integridad del mercado requiere una respuesta más holística y un cambio de actitud ante su tratamiento.


8.     Debido a que el fraude es una compleja combinación de condiciones y motivaciones humanas, se recomienda invertir en gente más que solo en tecnología, como parte de un tratamiento holístico para la gerencia del fraude y delitos económicos. PWC describe un método para la comprensión y prevención del fraude denominado el triángulo del fraude basado en tres controladores que tienen que estar presentes para que ocurra: Incentivo-Oportunidad-Racionalización interna. Cada uno de ellos debe abordarse individualmente.

9.   En la actualidad, muchas compañías tratan el cumplimiento, la ética y la administración de riesgos empresariales como funciones separadas, a veces incluso existen en silos separados dentro de una organización. Pero, como todos los silos organizacionales, esto significa que estas funciones rara vez se suman a un todo estratégico. Cuando eso sucede, pueden surgir brechas operacionales y el fraude puede ser fácilmente superado o visto como un problema ajeno, en detrimento de la efectividad general de la prevención del fraude, el desempeño financiero y los resultados regulatorios.

10.  Los mandatos son claros: coloque la transparencia en el centro del propósito corporativo, utilícela para unir la estrategia, la gobernanza, la gestión de riesgos y el cumplimiento, así la empresa se encontrará mejor posicionada para transformar los riesgos potencialmente graves en una oportunidad para salir adelante.


REFERENCIA: PWC: “Pulling fraud out of the shadows Global Economic Crime and Fraud Survey 2018” www.pwc.com/fraudsurvey