Las
franquicias como una de las opciones estratégicas de crecimiento de las
empresas con modelos de negocios probados, se inicia con una red formada por él
mismo y sus franquiciados individuales, en la que el franquiciante es la casa
matriz que se convierte en un tutor permanente de la red. La empresa que otorga
las franquicias, en general, debe aportar al franquiciado una serie de
elementos, entre otros: el derecho a uso de la marca, el manual conteniendo el
know how del negocio, entrenamiento, políticas de homogeneidad de la marca,
soporte en las campañas de marketing, etc.
La
empresa franquiciante no se diferencia de cualquier otra empresa, al estar
influenciada por la incertidumbre del entorno, pero al asumirse como tal y
crear las condiciones para ser exitosa, es clave que haya desarrollado y
suministre a sus franquiciados de los sistemas de gestión y control que garantice el oportuno y adecuado sistema de
información sobre la sana operación de la red y le permita controlar,
planificar, organizar y dirigir la evolución de la misma, con el fin de lograr
una eficaz productividad.
Algunos
de los sistemas de gestión y control básicos, se mencionan: el plan
estratégico, sistema de gestión de costos y presupuestos, sistemas de control
de la calidad, gestión de ubicaciones de puntos comerciales, gestión de
captación de franquiciados, etc.
Ahora
bien una empresa franquiciante necesita
tener unas características diferenciales a las de otro tipo de negocio que se
expande bajo las fórmulas tradicionales, y por ello se manifiestan algunos factores específicos
de riesgo, que sin ser todos, podemos mencionar: a) capacidad de influir en el comportamiento empresarial de los
franquiciados, b) cesión del know how a los franquiciados, que en el caso de no
existir confidencialidad y regímenes legales de protección de propiedad
intelectual idóneos puede originar problemas, c) las desventajas derivadas del
control local, que han de ejercerse sobre cada franquiciado, d) gran riesgo de
competencia desleal, e) posible pérdida de contacto directo con el mercado y de
información sobre el mismo, f) eventual resistencia del franquiciado a seguir
las políticas y normas del franquiciante, g) problemas a la hora de implantar cambios
estratégicos en el negocio, h) riesgo reputacional ante cualquier desvío de las
políticas establecidas por parte de los franquiciados.
Tomar
en consideración estos y otros factores, fundamentan la necesidad de incorporar
sistemas de gestión de riesgo en los procesos asumidos como empresa
franquiciante a fin de proactivamente actuar sobre aquellos elementos que
puedan poner en dificultad los objetivos definidos por esta.
Referencias:
Pilar
Soldevila García Profesora de la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona)/Magdalena
Cordobés Madueño Profesora de la universidad ETEA (Córdoba). EL CONTROL DE
GESTIÓN EN LAS EMPRESAS FRANQUICIADORAS.
WEB: Crear mi empresa :https://crearmiempresa.es/por-que-fracasan-el-50-de-las-franquicias.html
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