martes, 25 de junio de 2019

LAS EMPRESAS FRANQUICIANTES Y LA GESTIÓN DEL RIESGO




Las franquicias como una de las opciones estratégicas de crecimiento de las empresas con modelos de negocios probados, se inicia con una red formada por él mismo y sus franquiciados individuales, en la que el franquiciante es la casa matriz que se convierte en un tutor permanente de la red. La empresa que otorga las franquicias, en general, debe aportar al franquiciado una serie de elementos, entre otros: el derecho a uso de la marca, el manual conteniendo el know how del negocio, entrenamiento, políticas de homogeneidad de la marca, soporte en las campañas de marketing, etc.

La empresa franquiciante no se diferencia de cualquier otra empresa, al estar influenciada por la incertidumbre del entorno, pero al asumirse como tal y crear las condiciones para ser exitosa, es clave que haya desarrollado y suministre a sus franquiciados de los sistemas de gestión y control que garantice el oportuno y adecuado sistema de información sobre la sana operación de la red y le permita controlar, planificar, organizar y dirigir la evolución de la misma, con el fin de lograr una eficaz productividad.

Algunos de los sistemas de gestión y control básicos, se mencionan: el plan estratégico, sistema de gestión de costos y presupuestos, sistemas de control de la calidad, gestión de ubicaciones de puntos comerciales, gestión de captación de franquiciados, etc.

Ahora bien  una empresa franquiciante necesita tener unas características diferenciales a las de otro tipo de negocio que se expande bajo las fórmulas tradicionales,  y por ello se manifiestan algunos factores específicos de riesgo, que sin ser todos, podemos mencionar: a) capacidad de influir en el comportamiento empresarial de los franquiciados, b) cesión del know how a los franquiciados, que en el caso de no existir confidencialidad y regímenes legales de protección de propiedad intelectual idóneos puede originar problemas, c) las desventajas derivadas del control local, que han de ejercerse sobre cada franquiciado, d) gran riesgo de competencia desleal, e) posible pérdida de contacto directo con el mercado y de información sobre el mismo, f) eventual resistencia del franquiciado a seguir las políticas y normas del franquiciante, g) problemas a la hora de implantar cambios estratégicos en el negocio, h) riesgo reputacional ante cualquier desvío de las políticas establecidas por parte de los franquiciados.

Tomar en consideración estos y otros factores, fundamentan la necesidad de incorporar sistemas de gestión de riesgo en los procesos asumidos como empresa franquiciante a fin de proactivamente actuar sobre aquellos elementos que puedan poner en dificultad los objetivos definidos por esta.

Referencias:
Pilar Soldevila García Profesora de la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona)/Magdalena Cordobés Madueño Profesora de la universidad ETEA (Córdoba). EL CONTROL DE GESTIÓN EN LAS EMPRESAS FRANQUICIADORAS.


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