La cuantificación del riesgo en proyectos de inversión ha sido una de las preocupaciones centrales de los profesionales en finanzas, por la necesidad cada vez más creciente de responder a regulaciones nacionales e internacionales y mejorar continuamente los procesos de toma de decisiones.
Estos dos conceptos a veces aparecerán distinguidos o solapados en la literatura financiera, ya que existen varias visiones sobre los dos términos.
Sánchez Inocencio T. (1994), nos muestra un concepto intuitivo y práctico del riesgo, definiéndolo como la probabilidad de que ocurran acontecimientos favorables o desfavorables asociados con los rendimientos, los flujos de efectivos, el valor de un activo o un proyecto de inversión.
Canada John R. (1997), junto con otros co-autores establecen como distinción clásica entre riesgo e incertidumbre, el que un elemento o análisis implica riesgo si se conocen los resultados alternativos posibles, mientras que en la incertidumbre se desconoce la distribución de frecuencia de los resultados posibles.
El mismo autor señala, que otra distinción menos restrictiva entre riesgo e incertidumbre es que el riesgo es la dispersión de la distribución de la probabilidad del elemento que se está estimando o de (de los) resultado(s) calculado(s) que se están considerando, en tanto que la incertidumbre es el grado de falta de confianza de que la distribución de la probabilidad estimada sea correcta.
Vélez Pareja, Ignacio, (2003)- define la incertidumbre como aquella situación donde se pueden determinar los eventos posibles y no es previsible asignarle probabilidades. En cuanto al riesgo, lo define como, además de prever los posibles resultados futuros asociados a una alternativa, es posible asignar probabilidades a cada uno de ellos, se dice que se encuentra ante una situación bajo riesgo.
Bajo este concepto, el riesgo está asociado al conocimiento de la distribución de probabilidad de las variables que componen el modelo, tanto en las variables de entrada al sistema (Precio, cantidad, por ejemplo) como en las variables de salida o resultado, (en este caso Ingreso por Venta).
Los pronosticadores meteorológico, por ejemplo, basan sus modelos en probabilidades, la combinación de eventos del ambiente, como alta concentración de nubes, combinados con presión y temperatura, conforman todo un conjunto de información que permite asignar al evento una alta probabilidad de lluvia, (riesgo de lluvia).
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